El Lupus Eritematoso Sistémico (LUPUS)

El Lupus Eritematoso Sistémico, también conocido como LES o lupus, a veces recibe el nombre de “el gran imitador”. ¿Por qué? Porque debido a su gran variedad de síntomas, a menudo puede confundirse con otros trastornos. El lupus, que afecta las articulaciones, los riñones y la piel, puede ser fatal. Sin embargo, hay muchos motivos para ser optimistas. Las mejoras en la terapia han aumentado de manera considerable la expectativa y la calidad de vida de los pacientes.

Datos básicos

• El lupus afecta 10 veces más a las mujeres que a los hombres.
• El tratamiento varía según los síntomas y su gravedad.
• Como es una enfermedad compleja, requiere que un reumatólogo lleve a cabo el tratamiento y que el paciente participe de forma activa en él.

¿Qué es el Lupus?

El lupus o LES es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar la piel, las articulaciones, los riñones, los pulmones y el sistema nervioso, así como también otros órganos del cuerpo. En general, los pacientes tienen erupciones, artritis, fatiga y fiebre. Los ataques de lupus pueden ser leves o graves, y suelen alternar entre períodos de actividad y períodos en que la enfermedad está aplacada.

¿Qué causa el Lupus?

Normalmente, el sistema inmune protege el cuerpo produciendo anticuerpos que atacan a los gérmenes extraños y a los diferentes tipos de cáncer. Cuando se tiene lupus, el sistema inmune falla. En lugar de producir anticuerpos protectores, debido al trastorno autoinmune, se empiezan a fabricar “autoanticuerpos” que atacan los tejidos del paciente. (Los médicos lo denominan “falta de autotolerancia”.)

A medida que el ataque continúa, otras células del sistema inmunológico se unen a la lucha. Esto conduce a inflamación y anomalías en los vasos sanguíneos (vasculitis). Luego, estos anticuerpos terminan en el sistema inmune de las células, en órganos donde causan daños a los tejidos.

Se desconoce la causa de esta reacción inflamatoria. Probablemente sea el resultado de una combinación de tendencias hereditarias y factores ambientales (como los virus, los rayos ultravioleta de la luz solar, el polvo de sílice y las alergias a medicamentos). Las personas que padecen lupus también tienen un defecto en el proceso de eliminación de células viejas y dañadas del cuerpo, lo que luego causa una reacción anormal en el sistema inmunológico.

¿Quiénes contraen Lupus?

El Lupus generalmente se desarrolla en personas de entre los 20 y los 40 años, y es 10 veces más común en mujeres que en hombres. Es más frecuente en determinados grupos étnicos, en particular entre individuos de raza negra y asiáticos, quienes también tienden a verse más seriamente afectados.

Esta imagen ilustra una erupción malar, que es un sarpullido rojo en las mejillas y la nariz y que generalmente aparece por exposición al sol.

¿Cómo se diagnostica el lupus?rostro

El lupus es difícil de diagnosticar. Cuando existen sospechas de la enfermedad, deben confirmarse con una serie de análisis de sangre. El análisis más importante mide el ANA, el anticuerpo antinuclear presente en casi todos los pacientes con lupus. Hay otros exámenes más específicos, como el AntiADN de doble cadena (ADN dc) y los anticuerpos antiSmith (Sm), que se emplean para confirmar el diagnóstico de lupus. También se miden los niveles de determinadas proteínas del complemento (una parte del sistema inmunológico) en la sangre para ayudar a diagnosticar y controlar la enfermedad.

La presencia de otros tipos de anticuerpos (anticuerpos antifosfolípidos) ayuda a los médicos a diagnosticar el lupus. Éstos son un indicio de un mayor riesgo de complicaciones específicas, como abortos espontáneos y/o coágulos sanguíneos que pueden provocar un accidente cerebrovascular o una lesión pulmonar.

Los médicos con frecuencia utilizan los Criterios revisados en 1982 y actualizados en 1997 para la Clasificación del Lupus Eritematoso Sistémico como ayuda para estimar si un paciente con síntomas tiene lupus. Aunque esta tabla fue originalmente diseñada para estudios de investigación clínica, puede ser útil al evaluar a un paciente individual. Tenga en cuenta que la mayoría de las conclusiones incluidas en la tabla deben estar documentadas por un médico. Existen muchos hallazgos relacionados con el lupus que no se incluyen en esta tabla. Por lo tanto, el reumatólogo debe usarla sólo como punto de partida.

Los pacientes con lupus generalmente experimentan:

• Fiebre, fatiga y pérdida de peso
• Artritis que afecta varias articulaciones durante semanas
• Erupción con forma de mariposa en las mejillas u otros tipos de sarpullidos
• Erupción en la piel que se manifiesta en áreas expuestas al sol
• Llagas en la boca o nariz durante más de un mes
• Pérdida de cabello, algunas veces en lugares determinados o alrededor del nacimiento del pelo
• Convulsiones, accidentes cardiovasculares y trastornos mentales (depresión)
• Coágulos
• Abortos espontáneos
• Sangre o proteína en la orina o exámenes que sugieren una función renal deficiente
• Bajo recuento sanguíneo (anemia, bajos niveles de glóbulos blancos o de plaquetas)

Los pacientes también pueden sentir dolor en el pecho cuando respiran profundamente, acidez estomacal, dolor abdominal y mala circulación hacia los dedos de pies y manos.

Todos estos síntomas se desarrollan gradualmente; es por eso que el lupus es difícil de diagnosticar. Los reumatólogos se especializan en el diagnóstico y tratamiento de trastornos autoinmunes como el lupus y, por lo tanto, están capacitados para ofrecer a los pacientes la mejor recomendación sobre las opciones de tratamiento.

El lupus es una enfermedad que puede producir la inflamación de diversos órganos, incluídos los riñones, el tejido que recubre el corazón y los pulmones (pleuritis y pericarditis) y el cerebro, como así también las articulaciones y la piel.

cuerpo¿Cómo se trata el Lupus?

No existe cura para el lupus y su manejo puede resultar todo un desafío. Sin embargo, en los últimos años el tratamiento mejoró notablemente y en la actualidad existen muchos medicamentos de probada eficacia. Las decisiones sobre qué tratamiento realizar se basan en los síntomas y su gravedad.

Los pacientes que sufren de dolor muscular o articular, fatiga, anomalías en la piel (como erupciones) y otros síntomas que no suponen un riesgo de muerte pueden recibir un tratamiento conservador. Las opciones incluyen antiinflamatorios no esteroides (AINE), como ibuprofeno (Motrin, Advil) y naproxeno (Naprosyn) y medicamentos antipalúdicos, como hidroxicloroquina (Plaquenil).Recuerde que algunos de estos AINE pueden causar efectos secundarios graves como sangrado estomacal o daño renal.Si usted tiene lupus, siempre consulte con su médico antes de tomar cualquier medicamento sin receta.

Aquellos pacientes con manifestaciones más graves y que suponen riesgo de muerte, tales como inflamación renal, complicación pulmonar o cardíaca y síntomas en el sistema nervioso central, requieren una terapia más agresiva. En estos casos, el tratamiento podría incluir altas dosis de corticosteroides como prednisona (Deltasone) y otras drogas inmunosupresoras como azatioprina (Imuran), ciclofosfamida (Cytoxan) y ciclosporina (Neoral, Sandimmune). Recientemente, se utilizó micofenolato (CellCept) para el tratamiento de enfermedad renal aguda por lupus. Los profesionales de la salud pueden combinar varios medicamentos para controlar la enfermedad y prevenir los daños a los tejidos.

El tratamiento depende de una evaluación de los riesgos y beneficios de cada caso en particular. La mayoría de los medicamentos inmunosupresores, por ejemplo, pueden ocasionar efectos secundarios considerables, como mayor riesgo de infecciones, náuseas, vómitos, pérdida de cabello, diarrea, alta presión arterial y osteoporosis. Los reumatólogos también pueden reducir o suspender un medicamento una vez que la enfermedad entra en inactividad durante un período de tiempo. Por lo tanto, es importante someterse a evaluaciones médicas frecuentes y detalladas para controlar los síntomas y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Se llevan a cabo estudios clínicos de manera continua para evaluar tratamientos nuevos, con la esperanza de detectar fármacos más prometedores y que estén disponibles de manera más generalizada. Algunos de estos tratamientos incluyen drogas nuevas que ya se utilizan para otras enfermedades llamadas biológicas. Esta es un área de investigación significativa.

Mayor impacto del Lupus en la salud

Aun cuando no está activo, el lupus puede causar complicaciones más adelante. Uno de estos problemas es la aterosclerosis acelerada (coagulación de las arterias), que aumenta el riesgo de ataques cardíacos y otros daños cardiovasculares como insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. En consecuencia, es crucial que los pacientes con lupus reduzcan otros factores de riesgo como fumar y niveles elevados de presión arterial y colesterol.

También puede ocasionar enfermedad renal, que a su vez puede derivar en una insuficiencia renal que requiera someterse a diálisis. Esto se puede evitar con un tratamiento precoz y agresivo de los primeros síntomas de la enfermedad renal.

Vivir con Lupus

A pesar de que el tratamiento del lupus ha mejorado y la supervivencia a largo plazo ha aumentado, este trastorno sigue siendo una enfermedad crónica que puede limitar las actividades. A menudo, la afección puede ser muy grave como resultado de las formas más serias de la enfermedad. Con mayor frecuencia, la calidad de vida se ve afectada por síntomas como fatiga y dolor articular, que no suponen riesgo de muerte. Además, la imprevisibilidad del lupus y la ocasional falta de respuesta al tratamiento pueden hacer que los pacientes se depriman, pierdan las esperanzas o las ganas de seguir luchando, o también que experimenten otros trastornos emocionales como irritabilidad o enojo.

La mejor manera de controlar el Lupus es:

• Mantener una buena relación médico-paciente y un sólido apoyo de amigos y familiares. Esto es clave en el aprendizaje de cómo vivir con esta enfermedad crónica y muchas veces impredecible.
• Tomar todos los medicamentos según lo recetado, visitar al médico con frecuencia y aprender tanto como se pueda sobre el lupus, los medicamentos que está tomando y el progreso logrado. Participar en su propio cuidado. No quedarse en segundo plano.
• Mantenerse activo. Esto generalmente ayuda a mantener la flexibilidad articular y puede prevenir complicaciones cardiovasculares. No significa realizar una actividad física excesiva: el mejor método es alternar ejercicios leves a moderados con períodos de descanso o relajación.
• Evitar la exposición excesiva al sol. Los rayos ultravioleta emitidos por la luz solar pueden ocasionar la intensificación de las erupciones, e incluso pueden desencadenar una erupción más aguda durante la enfermedad en sí. Usar vestimenta protectora (mangas largas, sombrero de ala ancha), junto con la aplicación de una generosa cantidad de pantalla solar cuando se está al aire libre en un día de sol, brindará protección contra tales complicaciones.

Las mujeres jóvenes que padezcan lupus y que deseen tener hijos deben planificar sus embarazos de manera cuidadosa. Con la orientación de un médico, deben programar los embarazos en los períodos de remisión de la actividad del lupus. Se debe controlar cuidadosamente el embarazo y evitar determinados medicamentos (como ciclofosfamida, ciclosporina y micofenolato) que podrían causar daño al bebé. Aquellas mujeres cuya enfermedad se encuentre muy activa o que estén tomando algunos de estos medicamentos perjudiciales deben utilizar métodos de control de la natalidad.

La posibilidad de que el uso de estrógenos cause o empeore el lupus es una cuestión que siempre ha preocupado a los reumatólogos. Algunas investigaciones recientes han demostrado que los estrógenos pueden desencadenar erupciones leves o moderadas de lupus, pero que no ocasionan un empeoramiento grave de los síntomas. No obstante, ya que los estrógenos pueden aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos, su uso debe evitarse en pacientes con lupus cuyos exámenes de sangre hayan revelado la presencia de anticuerpos antifosfolípidos.

Puntos para recordar

La mayoría de las personas que padecen lupus pueden llevar una vida normal, pero este trastorno debe controlarse cuidadosamente y el tratamiento debe adaptarse según sea necesario para evitar complicaciones graves.

FUENTE: COLEGIO AMERICANO DE REUMATOLOGIA
ESTE MATERIAL EDUCATIVO ESTA SIENDO UTILIZADO BAJO AUTORIZACION DEL COLEGIO AMERICANO DE REUMATOLOGIA
Asociación Salvadoreña de Reumatología