Artritis Infantil
Artritis Infantil
Crecer con artritis puede ser todo un desafío. Sin embargo, con la atención de un equipo de profesionales especializados en reumatología, la mayoría de los niños con artritis llevan vidas plenas y activas. Existen varios tipos de artritis infantil que pueden durar desde varios meses hasta muchos años. En cualquier caso, el diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a evitar daños a las articulaciones.
Datos breves
- La artritis idiopática juvenil, llamada comúnmente AIJ, puede involucrar una o muchas articulaciones, y provocar otros síntomas como fiebres, erupciones o inflamaciones oculares.
- La artritis en los niños es tratable.
- Es importante buscar tratamiento de profesionales de la salud entendidos en el tema.
- Puede haber programas federales y estatales que brinden ayuda con adaptaciones escolares u otros servicios.
¿Qué es la artritis idiopática juvenil?
Algunos niños con artritis desarrollan uveítis, una inflamación ocular.
Hay muchas formas de llamar a la artritis crónica en niños, entre ellas: artritis reumatoidea juvenil, artritis crónica juvenil y artritis idiopática juvenil. Si bien los especialistas en reumatología pediátrica utilizan más AIJ, en los Estados Unidos por lo general se la denomina ARJ (artritis reumatoidea juvenil).
Bajo el encabezado de AIJ se incluyen varios tipos de artritis, todas las cuales incluyen inflamación crónica (de largo plazo) de las articulaciones. Esta inflamación comienza antes de que los pacientes lleguen a cumplir los 16 años, y los síntomas duran de 6 semanas a 3 meses para que se la considere crónica. La AIJ puede involucrar una o muchas articulaciones, y provocar otros síntomas como fiebres, erupciones o inflamaciones oculares.
La AIJ de inicio sistémico afecta a alrededor del 10% de los niños con artritis. Comienza con fiebres repetidas que pueden ser de 103 °F o más, acompañadas con frecuencia por una erupción color salmón que aparece y desaparece. La AIJ de inicio sistémico puede provocar inflamación de los órganos internos además de las articulaciones, aunque la hinchazón de éstas puede no producirse hasta meses o incluso años después del comienzo de los episodios de fiebre. También son hallazgos típicos, en análisis de sangre pedidos para evaluar la fiebre y los síntomas en curso, anemia (bajo conteo de glóbulos rojos) y elevado conteo de glóbulos blancos. La artritis puede persistir incluso después de que la fiebre y otros síntomas han desaparecido.
La AIJ oligoarticular, que involucra menos de cinco articulaciones en sus primeras etapas, afecta a alrededor de la mitad de todos los niños con artritis. El riesgo es más elevado para las niñas que para los varones. Los niños de más edad con AIJ oligoarticular pueden desarrollar artritis “extendida”, que involucra múltiples articulaciones y dura hasta la adultez. Si desarrollan la forma oligoarticular de la AIJ cuando son menores de 7 años, tienen mejores oportunidades de que su enfermedad articular se remita con el tiempo. Tienen, sin embargo, mayor riesgo de desarrollar un problema ocular inflamatorio (iritis o uveítis), que puede persistir en forma independiente de la artritis. Como la iritis no suele provocar síntomas, es esencial que un oftalmólogo (médico oculista) realice exámenes periódicos para detectar estas afecciones e identificar tratamientos para prevenir la pérdida de visión.
La AIJ poliarticular afecta a cinco o más articulaciones y puede comenzar a cualquier edad. Una persona diagnosticada con AIJ poliarticular en la adolescencia puede tener en realidad la forma adulta de artritis reumatoidea a una edad más temprana que la habitual.
Con la artritis psoriásica, los niños tienen a la vez artritis y una enfermedad cutánea llamada psoriasis o antecedentes familiares de psoriasis en uno de los padres o hermanos. Entre los síntomas típicos de esta forma de artritis se encuentran cambios en las uñas y una hinchazón generalizada de un dedo de la mano o del pie, lo que se conoce como dactilitis.
La artritis relacionada con entesitis es una forma de AIJ que con frecuencia incluye uniones de ligamentos además de la columna. También se la denomina a veces espondiloartropatía. Estos niños pueden tener dolor articular sin hinchazón obvia y pueden quejarse de dolor y rigidez en la espalda.
¿Qué provoca la AIJ?
El funcionamiento deficiente del sistema inmunológico en la AIJ apunta al revestimiento de la articulación, conocido como la membrana sinovial. Esto causa inflamación y, cuando persiste, puede producirse daño a la articulación. (Vea más adelante el diagrama de una articulación normal comparada con una inflamada).
Se desconoce qué hace que el sistema inmunológico funcione en forma deficiente en la AIJ. Estas afecciones no se consideran hereditarias y rara vez involucran a más de un integrante de la familia. La investigación sugiere que algunas personas pueden tener una tendencia genética a contraer AIJ, pero desarrollan la afección sólo después de exponerse a una infección u otro desencadenante desconocido. Ni los factores dietarios ni los emocionales parecen tener un rol en el desarrollo de la AIJ.
¿Quién contrae AIJ?
Alrededor de 1 de cada 1,000 niños desarrolla algún tipo de artritis juvenil. Estos trastornos pueden afectar a los niños de cualquier edad, aunque rara vez se producen en los primeros seis meses de vida. Se calcula que se han diagnosticado alrededor de 300,000 niños con AIJ en los Estados Unidos.
¿Cómo se diagnostica la AIJ?
A la izquierda se ilustra la estructura articular normal. A la derecha puede verse la articulación afectada por artritis reumatoidea juvenil con inflamación del sinovio que puede conducir a daño del cartílago y el hueso.
Puede ser difícil de diagnosticar debido a que algunos niños tal vez no se quejen de dolor al principio, y la hinchazón de la articulación no sea obvia. No hay un análisis de sangre que pueda utilizarse para diagnosticar la afección. Como resultado, dependerá de los hallazgos físicos, el historial médico y la exclusión de otros diagnósticos. Los síntomas típicos son:
- cojera
- rigidez al despertar
- renuencia a usar un brazo o una pierna
- nivel reducido de actividad
- fiebre persistente
- hinchazón de la articulación
- dificultad con actividades de la motricidad fina
También deben descartarse otras afecciones que pueden verse similares a la AIJ, incluidas infecciones, cáncer infantil, trastornos óseos, enfermedad de Lyme y lupus, antes de que pueda confirmarse un diagnóstico de AIJ.
¿Cómo se trata la AIJ?
Se debe adecuar el cuidado óptimo para cada niño con AIJ y deberá brindarlo un equipo experimentado de profesionales de la salud, entre ellos un reumatólogo pediátrico, un terapeuta físico y ocupacional, un trabajador social y una enfermera especialista. Este equipo principal puede coordinar su labor con el pediatra del niño, reumatólogos de adultos, otros médicos (como un oftalmólogo o cirujano ortopédico) y otros profesionales de la salud (dentista, nutricionista o psicólogo) además de contactar a escuelas y recursos comunitarios adicionales según sea necesario para garantizar que el niño reciba la mejor atención posible.
El objetivo global del tratamiento es controlar los síntomas, prevenir el daño articular y mantener el funcionamiento.
La primera línea de tratamiento involucra un medicamento antiinflamatorio no esteroide o AINE. Entre los ejemplos de AINE, encontramos: ibuprofeno (como Motrin o Advil) o naproxeno (Naprosyn), que se administran en una dosis correspondiente al peso del niño. A los más pequeños pueden dárseles preparaciones o medicaciones líquidas que requieren una administración menos frecuente. Como los AINE pueden provocar trastornos gastrointestinales, como por ejemplo, dolor de estómago, deberían tomarse con los alimentos.
Los fármacos modificadores de enfermedad (comúnmente llamados FAME) se suman como tratamiento de segunda línea cuando la artritis no responde a los AINE. Entre los FAME se encuentran el metotrexato (Rheumatrex), leflunomida (Arava) y los de desarrollo más reciente llamados “biológicos”. Estos incluyen agentes antifactor de necrosis tumoral como etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade), adalimumab (Humira), abatacept (Orencia), anakinra (Kineret) y tocilizumab (Actemra). Cada uno de esos medicamentos puede provocar efectos secundarios que deben ser controlados y deben conversarse con el reumatólogo pediátrico que trata al niño. Se han aprobado algunos de esos medicamentos sólo para uso en adultos, pero se están llevando adelante estudios clínicos para probar su eficacia y seguridad en los niños. Además, los investigadores están elaborando nuevos tratamientos.
Cuando sólo hay una articulación involucrada, se puede inyectar un esteroide en ella antes de administrar cualquier medicación adicional. Pueden usarse esteroides orales como prednisona (Deltasone, Orasone, Prelone, Orapred) en ciertas situaciones, pero sólo durante un breve lapso y en la dosis más baja posible. El uso a largo plazo de esteroides se asocia con efectos secundarios inaceptables como aumento de peso, crecimiento insatisfactorio, osteoporosis, cataratas, necrosis avascular, hipertensión y riesgo de infección.
Prevención
Como se desconocen las causas de la AIJ, nadie sabe cómo prevenir esta afección.
Niños que viven con artritis
Los niños con AIJ deberían asistir a la escuela, participar en actividades extracurriculares y familiares, y llevar una vida lo más normal posible. Para fomentar una transición saludable a la adultez, debería permitirse a los adolescentes con esta enfermedad disfrutar de actividades independientes como tener un empleo de medio tiempo y aprender a conducir.
Ayudarán un enfoque positivo y actividad física continua. La terapia física y ocupacional pueden aumentar el movimiento articular, reducir el dolor, mejorar la función y aumentar la fuerza y la resistencia. Los terapeutas pueden construir entablillados para prevenir deformidades o la tensión permanente de las articulaciones, y trabajar con terapeutas escolares para abordar los problemas en la escuela.
En su comunidad o cerca de ella puede haber oportunidades para que el niño interactúe con otros que tienen artritis. El equipo de reumatología tal vez pueda proporcionar información sobre campamentos de verano y otras actividades grupales. La división local de la Fundación para la Artritis puede ayudar a poner familias en contacto y brindar apoyo.
Los padres deberían familiarizarse con la Ley Federal 504, por la cual se pueden solicitar en la escuela adaptaciones especiales para niños con AIJ. Las familias de niños con enfermedades reumáticas pueden cumplir con los requisitos para obtener asistencia mediante organismos estatales o servicios como rehabilitación vocacional. También pueden beneficiarse de la información y las actividades disponibles en la Alianza contra la Artritis Juvenil, que se menciona más adelante entre los recursos.
Puntos para Recordar
- La artritis infantil consiste en varias enfermedades que pueden presentarse en diferentes formas.
- A pesar de su diagnóstico, la mayoría de los niños con artritis pueden contar con llevar vidas normales.
- Consulte al equipo de reumatología sobre campamentos de verano y oportunidades de conocer a otros niños con artritis.
El papel del reumatólogo en el tratamiento de la artritis infantil
La mejor atención que pueden recibir los niños con artritis es la que brinda un equipo de reumatología pediátrica con extensa experiencia, que puede diagnosticar y manejar las necesidades complejas del niño y su familia con mayor eficiencia. El equipo principal puede consistir en un reumatólogo pediátrico, terapeuta físico y ocupacional, trabajador social y enfermera especialista. Estos profesionales pueden coordinar la atención con el pediatra del niño, reumatólogos para adultos, otros médicos y profesionales de la salud, además de escuelas y recursos comunitarios para garantizar la mejor salud física y psicológica del niño a largo plazo.
Para obtener más información
El Colegio Estadounidense de Reumatología (ACR, por sus siglas en inglés) compiló esta lista con el fin de brindarle un punto de partida para que realice investigaciones adicionales por su cuenta. El ACR no respalda ni mantiene esos sitios web, ni tampoco tiene responsabilidad alguna por la información o las declaraciones allí publicadas. Lo mejor es que siempre consulte con su reumatólogo para obtener más información y antes de tomar decisiones sobre su atención.
The Arthritis Foundation (Fundación para la Artritis)
www.arthritis.org
Juvenile Arthritis Alliance (Alianza contra la Artritis Juvenil)
www.arthritis.org/ja-article.php?id=15
NationalInstitute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases (Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel)
www.niams.nih.gov
Friends of CARRA [Amigos de CARRA, Childhood Arthritis and Rheumatology Research Alliance (Alianza de Investigación de Artritis y Reumatología Infantil)]
www.CARRAgroup.org
Fundación para la Investigación y la Educación del Colegio Estadounidense de Reumatología
Conozca cómo la Fundación para la Investigación y la Educación del ACR fomenta la investigación y la capacitación para mejorar la salud de las personas con enfermedades reumáticas.
www.rheumatology.org/REF
Escrito por Leslie S. Abramson, MD, y revisado por la Comisión de Marketing y Comunicaciones del Colegio Estadounidense de Reumatología.
Esta hoja de datos para pacientes se proporciona solamente para brindar educación general. Las personas deben consultar a un médico calificado para el asesoramiento médico profesional, diagnóstico y tratamiento de una condición médica o de salud.
ESTE MATERIAL EDUCATIVO ESTA SIENDO UTILIZADO BAJO AUTORIZACION DEL COLEGIO AMERICANO DE REUMATOLOGIA
Asociación Salvadoreña de Reumatología